También es muy común que después de los propósitos y al cabo de unas semanas, estos se queden olvidados en cualquier cajón o carpeta del ordenador. En este sentido creo que hay 3 verbos importantes a poner en juego:
Es fácil que con la imaginación decidamos que queremos trabajar en 10, 15,.. Objetivos nuevos, por ganas, ilusión… Pero nuestra atención es LIMITADA. En este aspecto menos es más. Menos objetivos es más tiempo (y atención) que les puedo dedicar para realizarlos, menos dispersión y estrés por diversificar mi esfuerzo, mis pensamientos y acciones… Si queremos llegar a nuestros objetivos será importante seleccionar y PRIORIZAR donde quiera llegar primero. Y ¿Cómo priorizar? escuchándose a uno mismo lo que quiere, lo que es más importante para uno.
Sino planificamos estamos hablando de deseos, de quedarnos en soñar y esto puede estar bien si queremos que los objetivos sean solo sueños. Algunas preguntas qué pueden ayudar son: ¿Qué haré? ¿Cuándo lo haré? ¿Para cuándo tendré realizado determinada parte y cierta otro? El calendario y la agenda son herramientas básicas de los profesionales que trabajamos por nuestra cuenta y de hecho para cualquier empresa.
Lo sé es obvio y lógico pero en este aspecto ¿cuántas veces nos quedamos sin pasar a la acción? Aquí suelen haber cosas internas que nos pueden frenar (miedos, creencias sobre nosotros mismos, hábitos poco saludables, lo que siento como presión social…) y puede ser importante que hagamos un trabajo personal para darnos cuenta de qué nos frena, cómo podemos transformarlo o sobrepasarlo (y cuando digo trabajo personal me refiere a sentarse un mismo de vez en cuando para tomar conciencia de qué me está pasando, qué quiero, qué dificultades siento, cómo podría superarlas…) .
Comments are closed.